regar las plantas

Puedes regar desde arriba o desde abajo. Desde el fondo tendrías que poner las macetas en un recipiente y dejar que se llene con agua nutritiva y la maceta absorbería el agua. La desventaja de esto es que el agua no llega a la parte superior de la maceta y el fondo se empapará. Una mejor manera es regar desde la parte superior. Con esto, una cantidad de agua equivalente al 10% del contenido de la maceta o recipiente sería suficiente. Si ves unas pocas gotas que salen del fondo ya es suficiente. Si trabajas con un contenedor de tierra, entonces el 10% será suficiente y para controlarlo podrías cavar un poco hasta el fondo del contenedor. Toma un poco de tierra de aquí y apriétala con firmeza; verás que unas pocas gotas corren entre tus dedos. También puedes usar el método de las macetas, pero debes tener cuidado de no dañar las raíces. La ventaja de un contenedor de tierra en comparación con las macetas es entre otras cosas que la tierra de un contenedor siempre es buena. En una maceta notarás que una maceta es muy pesada y la otra es ligera. Debido a esto, realmente debes regar de forma individual para obtener el mejor resultado. Así que un sistema de flujo y reflujo nunca dará realmente los mejores resultados. Puedes regar en diferentes momentos. El mejor momento es en realidad una hora después de que se despierten (al amanecer). Así, tienen todo el día para procesar su riego. El momento de regar depende de su propósito, como dijimos antes. ¿Quieres que sean un poco más altas y mantenerlas húmedas, o quieres que sean más cortas, o dejarlas florecer antes y mantenerlas un poco secas? Una buena indicación son las hojas y el suelo. Si las hojas empiezan a colgarse, es hora de regar. Si el suelo es de color claro, es posible que debajo de la superficie aún esté húmedo. Podrías meter el dedo en la maceta y ver si la tierra se pega en él y cómo se siente. También puedes comprar un tensiómetro para tierra si no tienes tanta experiencia. Pero en todos los casos es mejor que el suelo esté un poco seco a que esté un poco pasado de humedad.